SIGNOS DE SU CERCANA LLEGADA
La luna brillante, fue el amanecer azul del 2010, el principio de dolores, el parto de la humanidad, la muerte del pasado y el nacimiento de la Edad de Oro de la Conciencia planetaria. El regreso del Hijo del hombre, es la nueva humanidad hija de la Luz que trae la evidencia del Apoc. 6.12-13; 8.12 que advertimos: cuando las Potencias de los cielos son conmovidas por la ira, la angustia, el aprieto, el alboroto y asolamiento del día de tinieblas y oscuridad, día nublado y de entenebrecimiento, de trompeta –este anuncio- y algazara sobre las ciudades fuertes, y sobre las torres altas, sobre los hombres que andan ciegos, porque pecaron; los de sangre derramada como polvo y carne desechada como estiércol. Porque ni su plata, ni su oro, los puede librar de este día llegado; porque toda la tierra es consumida con el fuego del Cielo Eterno; porque esta es la consumación apresurada –la guerra final- sobre todos los moradores de la tierra (Sofonías 1). Y entonces la humanidad se pregunta en esta hora antes de penetrar el cumplimiento: ¿Por qué tanto dolor y sufrimiento?
Respuesta antes ubicada en el Evangelio que Mateo 24 guardó como señales para los discípulos de Jesús hoy, a quienes advirtió al señalarles el templo de Jerusalén, en este caso, la morada del poder del Anticristo ante los hombres del final: “¿No veis todo esto? De cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.” Sí, derribada cada piedra y organización del mundo actual, cada arena y construcción del Orden Mundial, cada mentira que desde Jerusalén o Israel ha invadido la Tierra o el planeta de los hombres y cuando sean derribadas, llega entonces el Hijo del Hombre; nace la nueva conciencia que rechaza y abandona para siempre, toda la enseñanza judía, pues habrá comprendido las palabras señales que dio Jesús: obtendrá la respuesta del ¿por qué los judíos le asesinaron? ¿Por qué mataron a sus profetas? ¿Por qué se han opuesto a la humanidad? Sabrán entonces que allí, bajo ese manto de mentiras y traiciones a la humanidad, el dios de ellos es Satanás, tal como el mismo Jesús lo advirtió a la humanidad manipulada por ellos, la que ha sido adoradora y esclava de esas tinieblas: “Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir: él homicida ha sido desde el principio; y no permaneció en la verdad; porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y porque yo os digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye: las cuales por tanto no oís vosotros, porque no sois de Dios” (Juan 8:44-47)…
El Hijo del Hombre, el de la Verdad y Justicia la Luz llegada a la Tierra, se levanta en Conciencia al cumplirse la señales que Jesús anunció a sus discípulos en el monte de los Olivos, cuando ellos le preguntaron: “¿Dinos cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Y respondiendo les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis guerras y rumores de guerras: mirad que no os turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y serán pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, principio de dolores. Entonces os entregarán a las sinagogas para ser afligidos; y os matarán; y seréis aborrecidos de todas naciones, por causa de mi nombre. Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos a otros; y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos.
Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se resfriará. Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
Por tanto, cuando viereis la abominación de asolamiento, que fue dicho por Daniel el profeta, que estará en el lugar santo, el que lee, entienda. Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y el que sobre la techumbre, no descienda a tomar algo de su casa; y el que en el campo, no vuelva atrás a tomar sus ropas.
Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días! Orad pues que vuestra huida no sea en invierno, ni en día de sábado. Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será. Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces si alguien os dijere: He aquí, está el Cristo, o allí; no creáis.
Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas; y darán señales grandes y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. He aquí, os lo he dicho antes. Así que si os dijeren: He aquí, en el desierto está; no salgáis. He aquí, en las cámaras; no creáis. Porque como relámpago que sale del oriente, y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre. Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán también las águilas.
Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se oscurecerá; y la luna no dará su lumbre; y las estrellas caerán del cielo; y las virtudes de los cielos serán conmovidas. Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra; y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con poder y grande gloria. Y enviará sus ángeles con trompeta y gran voz; y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro. De la higuera aprended la comparación: cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las puertas.
De cierto os digo, que no pasará esta generación que todas estas cosas no acontezcan. El cielo y la tierra perecerán, mas mis palabras no perecerán. Mas del día o hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre sólo. Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, tomando mujeres, y dándolas en matrimonio, hasta el día que Noé entró en el arca, y no conocieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos; así será también la venida del Hijo del hombre.
Entonces estarán dos en el campo; uno será tomado, y otro será dejado: dos mujeres moliendo a un molinillo; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Esto empero sabed, que si el padre de familia supiese a cuál vela el ladrón, había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estád apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis. ¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual su Señor puso sobre su familia, para que les dé alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su Señor viniere, le hallaré haciendo así. De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá. Mas si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor se tarda de venir; y comenzaré a herir sus compañeros, y aun a comer y beber con los borrachos: vendrá el Señor de aquel siervo el día que él no espera, y a la hora que él no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los hipócritas: allí será el lloro, y el crujir de dientes.”
El hijo del hombre es, pues, quien ha entendido que este mundo moribundo desde la noche azul; es gobernado por Satanás, por su templo final de Salomón -la abominación de Daniel 11:12-. Comprende que la humanidad jamás vivió en la Ley de los Cielos, por ello antes no conoció la Verdad que nosotros, los Heraldos del Innominado, hemos predicado a todas las naciones. Es quien sigue el nombre Nuevo anunciado en Revelación 3:12 y entregado en el Sur de la Tierra como nombre nuevo Ram-Ri-Dam ya hace 35 años, el del Señor y su día llegando “como ladrón en la noche, ahora que los cielos pasan con gran estruendo, y los elementos ardiendo son deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay, son enteramente quemadas” (2Pe 3:10) por las obras malditas de Satanás, el Orden de Salomón llegando.
Este es el tercer día del año 2010, y por justicia del Gran Juez de los Tiempos; las proclamas finales del Casco Dorado, se elevan sobre la Tierra para los hombres que son Hijos del Hombre; los que ven las señales de Mateo 16:13, las comparan y despiertan, logrando la salvaciòn de sus espíritus; el contener la Luz de su Conciencia.
Yo y mis Hermanos, comparecemos en consumación, al amanecer azul del planeta.
Reino del Sur, 3 de enero del 2010
El Ángel Azul de Miguel
¡¡¡¡DIFÚNDASE POR TODO EL PLANETA!!!!
La luna brillante, fue el amanecer azul del 2010, el principio de dolores, el parto de la humanidad, la muerte del pasado y el nacimiento de la Edad de Oro de la Conciencia planetaria. El regreso del Hijo del hombre, es la nueva humanidad hija de la Luz que trae la evidencia del Apoc. 6.12-13; 8.12 que advertimos: cuando las Potencias de los cielos son conmovidas por la ira, la angustia, el aprieto, el alboroto y asolamiento del día de tinieblas y oscuridad, día nublado y de entenebrecimiento, de trompeta –este anuncio- y algazara sobre las ciudades fuertes, y sobre las torres altas, sobre los hombres que andan ciegos, porque pecaron; los de sangre derramada como polvo y carne desechada como estiércol. Porque ni su plata, ni su oro, los puede librar de este día llegado; porque toda la tierra es consumida con el fuego del Cielo Eterno; porque esta es la consumación apresurada –la guerra final- sobre todos los moradores de la tierra (Sofonías 1). Y entonces la humanidad se pregunta en esta hora antes de penetrar el cumplimiento: ¿Por qué tanto dolor y sufrimiento?
Respuesta antes ubicada en el Evangelio que Mateo 24 guardó como señales para los discípulos de Jesús hoy, a quienes advirtió al señalarles el templo de Jerusalén, en este caso, la morada del poder del Anticristo ante los hombres del final: “¿No veis todo esto? De cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.” Sí, derribada cada piedra y organización del mundo actual, cada arena y construcción del Orden Mundial, cada mentira que desde Jerusalén o Israel ha invadido la Tierra o el planeta de los hombres y cuando sean derribadas, llega entonces el Hijo del Hombre; nace la nueva conciencia que rechaza y abandona para siempre, toda la enseñanza judía, pues habrá comprendido las palabras señales que dio Jesús: obtendrá la respuesta del ¿por qué los judíos le asesinaron? ¿Por qué mataron a sus profetas? ¿Por qué se han opuesto a la humanidad? Sabrán entonces que allí, bajo ese manto de mentiras y traiciones a la humanidad, el dios de ellos es Satanás, tal como el mismo Jesús lo advirtió a la humanidad manipulada por ellos, la que ha sido adoradora y esclava de esas tinieblas: “Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir: él homicida ha sido desde el principio; y no permaneció en la verdad; porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y porque yo os digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye: las cuales por tanto no oís vosotros, porque no sois de Dios” (Juan 8:44-47)…
El Hijo del Hombre, el de la Verdad y Justicia la Luz llegada a la Tierra, se levanta en Conciencia al cumplirse la señales que Jesús anunció a sus discípulos en el monte de los Olivos, cuando ellos le preguntaron: “¿Dinos cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Y respondiendo les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis guerras y rumores de guerras: mirad que no os turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y serán pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, principio de dolores. Entonces os entregarán a las sinagogas para ser afligidos; y os matarán; y seréis aborrecidos de todas naciones, por causa de mi nombre. Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos a otros; y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos.
Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se resfriará. Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
Por tanto, cuando viereis la abominación de asolamiento, que fue dicho por Daniel el profeta, que estará en el lugar santo, el que lee, entienda. Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y el que sobre la techumbre, no descienda a tomar algo de su casa; y el que en el campo, no vuelva atrás a tomar sus ropas.
Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días! Orad pues que vuestra huida no sea en invierno, ni en día de sábado. Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será. Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces si alguien os dijere: He aquí, está el Cristo, o allí; no creáis.
Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas; y darán señales grandes y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. He aquí, os lo he dicho antes. Así que si os dijeren: He aquí, en el desierto está; no salgáis. He aquí, en las cámaras; no creáis. Porque como relámpago que sale del oriente, y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre. Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán también las águilas.
Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se oscurecerá; y la luna no dará su lumbre; y las estrellas caerán del cielo; y las virtudes de los cielos serán conmovidas. Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra; y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con poder y grande gloria. Y enviará sus ángeles con trompeta y gran voz; y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro. De la higuera aprended la comparación: cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las puertas.
De cierto os digo, que no pasará esta generación que todas estas cosas no acontezcan. El cielo y la tierra perecerán, mas mis palabras no perecerán. Mas del día o hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre sólo. Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, tomando mujeres, y dándolas en matrimonio, hasta el día que Noé entró en el arca, y no conocieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos; así será también la venida del Hijo del hombre.
Entonces estarán dos en el campo; uno será tomado, y otro será dejado: dos mujeres moliendo a un molinillo; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Esto empero sabed, que si el padre de familia supiese a cuál vela el ladrón, había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estád apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis. ¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual su Señor puso sobre su familia, para que les dé alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su Señor viniere, le hallaré haciendo así. De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá. Mas si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor se tarda de venir; y comenzaré a herir sus compañeros, y aun a comer y beber con los borrachos: vendrá el Señor de aquel siervo el día que él no espera, y a la hora que él no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los hipócritas: allí será el lloro, y el crujir de dientes.”
El hijo del hombre es, pues, quien ha entendido que este mundo moribundo desde la noche azul; es gobernado por Satanás, por su templo final de Salomón -la abominación de Daniel 11:12-. Comprende que la humanidad jamás vivió en la Ley de los Cielos, por ello antes no conoció la Verdad que nosotros, los Heraldos del Innominado, hemos predicado a todas las naciones. Es quien sigue el nombre Nuevo anunciado en Revelación 3:12 y entregado en el Sur de la Tierra como nombre nuevo Ram-Ri-Dam ya hace 35 años, el del Señor y su día llegando “como ladrón en la noche, ahora que los cielos pasan con gran estruendo, y los elementos ardiendo son deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay, son enteramente quemadas” (2Pe 3:10) por las obras malditas de Satanás, el Orden de Salomón llegando.
Este es el tercer día del año 2010, y por justicia del Gran Juez de los Tiempos; las proclamas finales del Casco Dorado, se elevan sobre la Tierra para los hombres que son Hijos del Hombre; los que ven las señales de Mateo 16:13, las comparan y despiertan, logrando la salvaciòn de sus espíritus; el contener la Luz de su Conciencia.
Yo y mis Hermanos, comparecemos en consumación, al amanecer azul del planeta.
Reino del Sur, 3 de enero del 2010
El Ángel Azul de Miguel
¡¡¡¡DIFÚNDASE POR TODO EL PLANETA!!!!
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